Cuando Natalie Parker, a la que la mayoría de Rioters conocen por su nombre de soltera, Natalie Swanson, se convirtió en la empleada número 125 de Riot Games en 2010, la empresa era muy distinta al Riot Games actual. Recién salida de la Facultad de Derecho y tras vivir la recesión económica de 2008, Natalie estaba lista para dar el primer paso de su carrera. Sin embargo, había un problema: los empleos del ámbito jurídico eran pocos y estaban muy desperdigados. 

Natalie explica: "Los bufetes de abogados estaban anulando sus ofertas, no buscando trabajadores. Mi trayectoria no es demasiado típica, ya que siempre quise dedicarme al mundo del entretenimiento. Trabajé como externa con Fox Sports y el sindicato de actores de cine durante la carrera, aunque sabía que no trabajaría ahí a largo plazo y que no me ofrecerían convertirme en una empleada a tiempo completo. Cuando acabé la carrera, estudié para el examen de acceso del colegio de abogados y, después, me puse a buscar trabajo". No había demasiadas ofertas laborales y Natalie tampoco era quisquillosa. Solo necesitaba conseguir un trabajo con el que pagar el alquiler hasta encontrar un puesto de abogada. 

Natalie recuerda: "Tenía una amiga que trabajaba en Riot; era una de las primeras integrantes del equipo de contabilidad de la empresa. Publicó en Facebook que buscaban recepcionista, es decir, un trabajo temporal a corto plazo. La llamé y le dije que aceptaría ese puesto encantada, pero que me hacía falta algo de flexibilidad por si necesitaba hacer una entrevista para algún trabajo de mi sector". Natalie se presentó a su primer día de trabajo en Riot pensando que sería un trabajillo temporal con el que pagar facturas. A día de hoy, lleva casi 13 años en la empresa. Pasó sus primeras semanas sentada en el cubículo más cercano a la puerta de entrada de la antigua sede que tenía Riot en Culver City, dedicándose a responder llamadas de padres que necesitaban algo de asistencia o ayudando a los candidatos a ubicarse cuando venían a hacer entrevistas en una empresa que crecía exponencialmente. 

Esas dos semanas pasaron en un abrir y cerrar de ojos y, como en todas las empresas emergentes, Natalie empezó a asumir cada vez más tareas. 

Natalie comenta: "Me encargaba de bastantes tareas relacionadas con las instalaciones, ayudaba con las entrevistas... La verdad es que hacía de todo. Si alguien tenía dudas sobre algo y no sabía dónde acudir, solía acabar en mis manos. Era auxiliar de oficina, entrevistadora y recepcionista a partes iguales, pero seguía sin encargarme de las tareas jurídicas". 

Entonces, se le presentó una oportunidad. Hizo una entrevista de oficinista para trabajar con un juez en Los Ángeles. 

Natalie afirma: "Recuerdo que llegué a Riot en vaqueros, camiseta y deportivas. Después, tuve que ponerme un traje y tacones para conducir durante una hora de atasco hasta el centro de Los Ángeles para que los empleados del juez me entrevistasen en el sótano de los juzgados. Tras eso, regresé a Riot, me puse los vaqueros y volví al trabajo. Ese día, celebramos una reunión en la que los más de 100 Rioters compartían emocionantes novedades de su trabajo. Me sorprendió la pasión que todo el mundo volcaba a fin de crear un gran juego para los jugadores y la creatividad de todos los que participaban. Ahí supe que quería quedarme".

El sentimiento era mutuo. En aquella época, Riot tenía un solo abogado en plantilla y dependía en gran medida de fuentes externas en materia legal. Con la expansión de la empresa, la recepcionista y administradora de las instalaciones que, por casualidad, se había graduado en derecho no tardó en llamar la atención. 

Natalie recuerda: "Me hicieron una prueba en la que me pedían reescribir un formulario legal. Supongo que estaban contentos con mi trabajo porque, unas semanas más tarde, me ofrecieron el puesto. Desde mi punto de vista, Riot era la oportunidad perfecta porque coincidía con aquello a lo que me quería dedicar: el trabajo jurídico relacionado con el entretenimiento. Pude sacar partido a mis conocimientos y, con el tiempo, acabé trabajando en música, esports, merchandising y otros aspectos únicos de la ley. Sin embargo, lo que más me atrajo de Riot y me ha mantenido aquí durante años es la gente con la que trabajo y su compromiso con la misión de la empresa: ofrecer grandes experiencias a los jugadores". 

Un acuerdo con Imagine Dragons

Actualmente, Natalie es la directora sénior y consejera general asociada de Riot Games. A lo largo de los años, ha tocado todos los palos jurídicos posibles, como la propiedad intelectual, las licencias, la privacidad, el derecho laboral y las negociaciones con proveedores. 

Natalie comparte: "Al principio, asumí muchísimas responsabilidades, así que me involucré en múltiples proyectos distintos. Sin embargo, los que más destacan cuando echo la vista atrás son los acuerdos musicales. Habíamos llegado a un acuerdo muy interesante con Imagine Dragons para el Mundial de 2014. Era algo nuevo para Riot y para el equipo jurídico. Personalmente, siempre me imaginé trabajando en el mundo del entretenimiento y, sobre todo, en el de la música. Cuando el equipo consiguió cerrar ese trato y estábamos viendo a una de las bandas más populares del planeta actuar frente a un estadio lleno en el Mundial de Corea, me pregunté cómo había acabado en un sitio así". 

El momento en el que Imagine Dragons interpretó Warriors frente a un enorme público en el Estadio de la Copa Mundial de Seúl es un hito en la historia de League of Legends. Y casi no pasó.

 

 

Natalie comenta: "Esa fue una de las primeras incursiones de Riot en el mundo del entretenimiento tradicional. Sin embargo, la industria musical lleva años existiendo. Al principio, intentamos trabajar con un acuerdo de publicación y licencias estándar. El problema es que eso no encajaba con lo que queríamos conseguir. A Riot le gusta ir más allá, exceder los límites".

Ambos equipos legales estaban en un tira y afloja constante, tachando el contrato mientras Natalie y Yula Chin, del equipo jurídico de Riot, explicaban en qué consistía el emergente mundo de los esports y su rápido crecimiento.

Natalie explica: "Lo que más nos ayudó a conseguir que esto se llevase a cabo fue que la banda tenía muchas ganas de hacerlo, ya que todos juegan a League of Legends. Además, les hacía ilusión actuar en Corea y mejorar su visibilidad para los fans de la región. Al final pudimos cerrar el trato y sentamos un precedente con el que allanar el camino a un montón de futuras colaboraciones musicales".

A lo largo de los años, Riot ha seguido trabajando con grandes artistas, sobre todo para los mundiales. En 2022, Lil Nas X y Jackson Wang se encargaron de la banda sonora de la competición. Las necesidades evolucionan con el tiempo y la industria musical clásica ya comprende en qué consisten los esports, pero Natalie, Yula y su equipo sentaron las bases de este tipo de acuerdos.

Una líder de la transformación cultural en Riot

Gracias al continuo crecimiento de Riot, pasamos de un grupo jurídico pequeño pero matón a uno encargado de múltiples áreas y, más adelante, a un gran equipo en el que cada persona se centra en un área especializada. Contratamos a nuevos abogados con aptitudes concretas y los miembros más antiguos del equipo pasan a centrarse en ámbitos específicos conforme surge la necesidad.

Natalie comparte: "Parte de mi trabajo ha consistido en ser la consejera central de empleo en Riot durante años. También participé en el primer equipo dedicado a la diversidad y la inclusión, creado en 2017. Recuerdo organizar la primera reunión y formar parte de la charla, a pesar de que odio hablar en público. Esa área me apasionaba a nivel personal, así que me resultó increíblemente satisfactorio. Más adelante, cuando se publicaron acusaciones sobre los valores de Riot durante el verano de 2018, el derecho laboral ocupó casi todo mi tiempo. Aconsejé a un montón de equipos de todo Riot, entre los que se encontraba el equipo de transformación cultural, para hacer frente a dichas acusaciones y descubrir cómo salir adelante".

Cuando los equipos se pusieron manos a la obra, se aplicaron cambios rápidamente.

Natalie afirma: "Estábamos trabajando en un montón de cosas al mismo tiempo. Por un lado, Riot publicaba comunicados sobre la investigación y elaboraba actualizaciones para su código de conducta. Por otra parte, estábamos colaborando con el equipo de transformación en los valores de Riot y renovando los procesos de contratación, entrevistas y formación de empleados. He leído de nuevo algunos de los artículos que publicamos para dar nuestros primeros pasos y la cantidad de trabajo que conseguimos sacar adelante durante los primeros 100 días después de recibir el informe es una locura. Eso dice mucho de la empresa, su equipo de liderazgo y todos los Rioters en lo referido a cuantísimo se esfuerzan por aprender, crecer y salir adelante".

Pero ¿qué implica una transformación cultural? Dado que las empresas están compuestas por redes enormes de individuos con sus propias identidades y puntos de vista, las transformaciones culturales varían mucho de una empresa a otra. Riot fue fundada como una empresa centrada en los jugadores, y esa sigue siendo nuestra misión a día de hoy. No obstante, eso no implica que deba ser nuestra única meta. Desarrollar dicho enfoque y descubrir cómo podía cuidar la empresa de los Rioters de todo el mundo se convirtió en uno de los principales objetivos del equipo de transformación cultural.

"Ya nos estábamos dedicando a ello antes de los informes. A veces, se nos olvida cuando hablamos sobre este tema", explica Natalie. "La primera reunión sobre diversidad e inclusión del equipo la celebramos a principios de 2018, mucho antes de recibir los informes en agosto. Ya habíamos renovado por completo la formación de la prevención del acoso. Sin embargo, los informes nos sirvieron para ponernos las pilas y darlo todo. Nos sirvió para invertir más, establecer los equipos necesarios, examinar y mejorar los procesos involucrados y trabajar en lo que habíamos prometido de golpe en toda la empresa".

Los últimos cinco años, Natalie ha seguido aconsejando y defendiendo al equipo de diversidad e inclusión de Riot. Ha colaborado estrechamente con dicho equipo en iniciativas tan importantes como los informes de transparencia, las tarjetas de resultados sobre diversidad para los líderes de Riot y campañas con las que atraer a talentos más diversos.

Lo que empezó con un impulso ahora forma parte de Riot como empresa. Los potenciales candidatos se someten a un completo proceso de entrevistas que, a su vez, se somete a múltiples comprobaciones para asegurar su equidad y fomentar que talentos diversos soliciten los puestos. Tras la contratación, los nuevos empleados entran en un proceso de incorporación de una semana que se llama Denewb con el que nos aseguramos de que los nuevos empleados reciban una introducción completa a lo que es Riot al empezar a trabajar aquí, incluso si antes no conocían demasiado los juegos de la empresa.

A lo largo de los últimos cinco años, Riot ha crecido a gran velocidad. Hay tantos Rioters nuevos que, en 2023, más del 80 % de los Rioters habían empezado en la empresa después de agosto de 2018, cuando se publicó el informe. Esto quiere decir que la amplia mayoría de Rioters se han sometido a los procesos que los equipos de diversidad e inclusión y de transformación cultural ayudaron a crear.

Natalie expone: "La verdadera transformación ocurrió al percatarnos y actuar con consideración. Eso es lo que trajo consigo nuestra intención de crear una nueva cultura, la que queríamos para Riot. Ahora los Rioters pueden hablar sobre nuestros valores, saben mejor qué implican y se sienten más representados por ellos".

Natalie ha visto muchas versiones de Riot distintas a lo largo de los años. Riot es la empresa que todos conocemos gracias a su trabajo, la pericia jurídica que ha aportado y el impacto que ha generado en los últimos 13 años. No está nada mal para un puesto de recepcionista en el que iba a durar dos semanas.