En marzo de 2018, Clemens Riegler, un estudiante de máster de tecnología de satélites de la universidad de Wurzburgo (y autoproclamado "Mejor Rammus de occidente") se puso en contacto con nosotros a través de las redes sociales para preguntarnos si había pegatinas oficiales de Teemo astronauta o de Astronautilus.
¡Y, casi un año después, Teemo astronauta llegó al espacio! Bueno, más o menos... Nuestro pequeño y diabólico angelical yordle recorrió unos 75 km y llegó a la mesosfera. Técnicamente, eso es más bien el espacio interior y no tanto el exterior, pero haced el favor de no decirle a Teemo que no es un astronauta del todo. No nos conviene que se enfade.
Un pequeño paso para Teemo
No bastó con el jugador de Rammus número 114 de EUW para enviar a un yordle al espacio; hizo falta un equipo de 24 estudiantes de la universidad de Wurzburgo y la universidad técnica de Viena, y aproximadamente a la mitad de ellos puede que os los encontréis en vuestra próxima partida. Al parecer, si tenéis suficientes puntos de maestría con Rammus, podéis lanzar a Teemo fuera del planeta.
El Daedalus Project (en inglés) se creó en el verano de 2016 con el propósito de desarrollar e implantar un mecanismo de aterrizaje aeroespacial sin componentes activos ni paracaídas. El vehículo espacial que concibieron, de mayor estabilidad que los utilizados normalmente, permitiría mejores maniobras en atmósferas agitadas. Mientras trabajaban en un mecanismo de aterrizaje reutilizable y más seguro que usar en la Tierra, el equipo no dejaba de soñar con realizar viajes espaciales a Venus y con llegar a obtener datos atmosféricos sobre la turbulenta atmósfera de Júpiter. Todo esto condujo al desarrollo de las "SpaceSeeds".
Tras tres años de trabajo junto al Dr. Hakan Kayal (catedrático de tecnología espacial en la universidad de Wurzburgo), contar con el apoyo de patrocinadores de toda Europa y recibir la aprobación del programa REXUS/BEXUS* (además del respaldo absoluto del Centro Aeroespacial Alemán, la Agencia Espacial Nacional Sueca y la Agencia Espacial Europea), el equipo desarrolló un trío de SpaceSeeds y se prepararon para el lanzamiento en un cohete Orion mejorado (enlaces en inglés).
Pero... ¿y qué tiene que ver Teemo en todo esto?
"Teemo es todo un embajador de League of Legends,", explicaba Clemens. "También pensamos en Astronautilus, pero lo cierto es que Teemo despierta más pasiones. Casi todo el mundo siente el deseo, en algún momento, de querer lanzarlo bien lejos, pero muy pocos pueden llegar a cumplirlo. Queríamos darles ese gusto a los jugadores de LoL de todo el mundo". Seamos realistas, todos hemos soñado alguna vez con que ese Teemo ADC que va 0/6/0 en nuestra partida de promoción se pudriera en el espacio.
Una semana antes de rescindir de forma oficial el permiso de residencia de Teemo en el planeta Tierra, Clemens y los miembros del equipo Alex Hartl, Eric Heimann, Tobias Neumann y Florian Kohmann viajaron hasta Kiruna, Suecia, sede del Esrange Space Center, para construir y lanzar su cohete.
Junto con los astrofísicos e ingenieros de Esrange, los miembros de Daedalus ensamblaron su proyecto en el transcurso de una semana, durante la cual las diferentes partes pasaron a conformar un cohete plenamente capacitado y operativo. También aprovecharon la alta velocidad del Internet de la base para despejarse echándose unas partidillas de LoL.
Un gran paso para los yordles
El 4 de marzo de 2019, Clemens, Alex, Eric, Tobias y Forian se levantaron muy pronto, aunque tampoco es que hubieran dormido mucho. Después de tantos años de duro trabajo, por fin iban a lanzar su experimento a la atmósfera (y a Teemo también).
Una hora antes de cualquier lanzamiento del Esrange Space Center, toda la ciudad de Kiruna, Suecia, queda envuelta por un ruido que solo puede compararse al del cuerno de Gondor. "Es un sonido poderoso a la par que aterrador", afirmaba Clemens. "Es tan fuerte y se escucha tan alto que puede apreciarse a decenas de kilómetros. Alerta a todo el mundo de lo que está a punto de pasar... O de salir, en este caso".
El reloj marcaba las 9:50 de la mañana. El equipo entero de Daedalus (no solo los que se habían desplazado a Suecia) aguardaba expectante y ansioso mientras se llevaban a cabo las últimas comprobaciones para el lanzamiento y se iniciaba la cuenta atrás.
¿Os suenan las cuentas atrás antes de lanzar un cohete de las pelis? Pues en la vida real también son así. "¡No he estado más tenso en mi vida! Era la cuenta atrás para algo de mi propia cosecha, ¡de nuestra propia cosecha! ¡Ya era hora! ¡Después de haberlo visto en tantas películas! Y después de tanto trabajo. Una cuenta atrás para nosotros… Es un sentimiento que no se puede explicar", afirmaba Clemens.
"Solo recuerdo que tenía el corazón a mil, pero la mente en blanco. Ya no tenía que pensar en nada más. El trabajo estaba hecho. Ya no podíamos cambiar nada". Cuando la cuenta llegó a cero, el sistema tomó el mando, se inició el proceso automatizado y, bajo la atenta mirada del equipo de Daedalus, Teemo y el cohete salieron lanzados con una fuerza de mil demonios.
A una velocidad cinco veces superior a la del sonido, el cohete (y también su polizón, que seguramente iría muerto de miedo) alcanzó la altura máxima prevista de aproximadamente 75 kilómetros en menos de tres minutos. En tierra, el equipo de Daedalus aguardaba nervioso mientras se llevaba a cabo el experimento.
Exactamente 133, 143 y 153 segundos tras el lanzamiento, bajo la indulgente mirada divina de Teemo, se desplegaron las tres SpaceSeeds. El experimento fue un éxito rotundo.
Las SpaceSeeds que había expulsado el cohete realizaron solas su descenso. Su aterrizaje fue "nominal", lo que significa que se produjo sin incidencias, a unos 85 kilómetros por hora. Aunque el aterrizaje no fuera a baja velocidad, las SpaceSeeds estaban diseñadas para una reentrada rápida. El propio cohete aterrizó en una ubicación distinta y su velocidad de impacto fue mucho mayor. Afortunadamente, el personal del Esrange logró recuperarlo, junto con todos sus experimentos. Todos salvo un yordle...
¿Dónde está Teemo ahora?
Pues... buena pregunta. "No se ha desintegrado", aseguraba Clemens entre risas. "Pero no tenemos ni idea de qué ha sido de él. Se ha esfumado". Según el equipo de Daedalus, es imposible que la pegatina de Teemo se hubiera desintegrado durante la reentrada, porque los materiales del cohete no alcanzan los niveles térmicos necesarios para incinerar a Teemo. Así, aunque el equipo del Esrange logró recuperar todas las demás piezas del cohete, Teemo logró escaparse.
Por lo que sabemos, todavía debe estar en algún rincón de la atmósfera, plantando setas para que los incautos astronautas del futuro se topen con ellas. Así que, si tenéis planeado viajar al espacio en un futuro cercano, os recomendamos encarecidamente que os llevéis una lente.
Desde Riot Games, nos gustaría dar las gracias a los miembros del Daedalus Project por hacer que Teemo llegue adonde ningún yordle había llegado. La implicación de Teemo en un innovador experimento aeroespacial nos llena de orgullo, y tenemos muchas ganas de ver qué será lo próximo que inventéis.
*El programa REXUS/BEXUS se lleva a cabo bajo un acuerdo interinstitucional bilateral entre el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y la Junta Espacial Nacional Sueca (SNSB). La aportación sueca se ha puesto a disposición de los estudiantes de otros países europeos gracias a la colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA).