El año 2023 fue un torbellino para los Rioters en Corea. Con el regreso de Worlds de League of Legends a Corea luego de 5 años, el equipo se dedicó por completo a crear eventos (contenido en inglés), atender a los jugadores, y ofrecer una final de Worlds digna del país cuna de los esports. En noviembre, en el Gocheok Sky Dome, Faker y T1 jugaron magistralmente ante los fans coreanos, y fue la primera vez que el mejor jugador de LoL de todos los tiempos ganaba un título mundial en su país. Fue el más reciente capítulo de la rica historia de los esports en Corea, y también fue uno de los mejores. 

Es imposible pensar en LoL, o en los esports de LoL, sin pensar en Corea. Pero no siempre fue así. En 2011, el mismo año en que se celebró el primer Worlds de LoL, los servidores del juego apenas comenzaban a funcionar en Corea, y nueva oficina de Riot en Seúl llevaba poco tiempo de haber iniciado operaciones. 

"Cuando los servidores de LoL llegaron por primera vez a Corea, lanzamos a Ahri, una campeona asociada con las leyendas coreanas del zorro de nueve colas", relata Karen Koo, jefa de Proyectos de Relaciones Públicas y Responsabilidad Social de la oficina de Riot en Seúl. "Con la creación de la oficina coreana, Riot no solo presentó un nuevo campeón adaptado a la cultura coreana, sino que también se comprometió a contribuir de manera significativa a Corea, dedicando recursos financieros y tiempo a diversas causas, porque sabemos que para los jugadores coreanos es importante que los juegos tengan un impacto social".

La promesa estaba hecha... pero la forma en que Riot lograría aquel impacto seguía en el aire. Ahí es donde Karen entró en acción. 

"Cuando me uní a Riot a principios de 2012, mi primera tarea fue identificar y organizar proyectos significativos de responsabilidad social que se alinearan con los valores de Riot", declaró Karen. "Tras un buen periodo de reflexión, llegué a la conclusión de que los juegos están íntimamente ligados a nuestra cultura. Tiene sentido que contribuyamos a la protección de nuestro patrimonio cultural, que a final de cuentas es la base de la cultura en sí misma. Identificamos que teníamos una oportunidad que podía fungir como puente entre el patrimonio cultural y las nuevas generaciones. Debido a que nuestra base de jugadores es predominantemente joven, consideramos que era posible establecer una conexión positiva y accesible entre el patrimonio cultural de Corea y los jugadores coreanos".

Así nació, a mediados de 2012, el Proyecto de Protección del Patrimonio Cultural (문화재 지킴이 project). Menos de una década después, Riot recibió un reconocimiento presidencial por dicho proyecto. Esa fue, además, la primera vez que algo así sucedía para una empresa extranjera, y un claro indicio de que Karen y el equipo de Corea estaban dejando huella. A medida que el proyecto ha ido avanzando, también sus funciones se han ido diversificando, pero su misión original sigue siendo la misma: devolver objetos culturalmente importantes para Corea de vuelta a su hogar. 

"En 2022 habían unas 230 000 piezas del patrimonio cultural coreano repartidas en 27 países", declaró Yong Ki Jang, subdirector de la Administración del Patrimonio Cultural de Corea. "Entre estos artefactos, algunos han llegado legalmente al extranjero a través de métodos como el regalo, la compra o la subasta. Sin embargo, también se han dado casos en los que reliquias culturales han salido de Corea por medio de actividades como el saqueo en tiempos de guerra, el robo de propiedad, el saqueo de arte y el contrabando. El patrimonio cultural es un testamento crucial de la historia y la cultura, pues proporciona conocimientos valiosos sobre la filosofía, la tecnología, el entretenimiento y el estilo de vida de la comunidad que produjo aquellos artefactos culturales".

La Administración del Patrimonio Cultural (CHA, por sus siglas en inglés) forma parte del gobierno surcoreano, y funciona como un órgano administrativo que supervisa el patrimonio natural de Corea. Desde 2012, Karen y Riot han trabajado directamente con la CHA, contribuyendo activamente a la misión de proteger el patrimonio cultural de Corea. Para cerrar el 2023, el equipo de Corea realizó su reporte anual con la CHA para reafirmar esta misión e identificar las prioridades en las que trabajarán el año que viene. 

Devolviendo los tesoros culturales a casa

Aunque quedan muchos objetos esparcidos por el mundo, traerlos de regreso a Corea no es tan sencillo como revisar las subastas a diario. 

"Para devolver los artefactos de patrimonio cultural al lugar que les corresponde, es crucial que exista una colaboración entre empresas y gobiernos", dijo Karen. "A menudo, la incertidumbre que implican factores como los objetivos, el tiempo y las cantidades, puede disuadir a las empresas de invertir en este ámbito. Pero nosotros aceptamos de antemano esa imprevisible necesidad, y asignamos proactivamente una cantidad significativa de fondos de donaciones. Siempre que surge una oportunidad, nos ponemos rápidamente en contacto con nuestros socios para prestarles apoyo. Al día de hoy, hemos llevado a cabo seis iniciativas de este tipo con éxito".

Entre los objetos devueltos a Corea figuran una pintura coreana de la tríada Shakyamuni, un libro de bambú para la investidura de la reina Sinjeong como princesa heredera, y un sello real para el palacio de Junghwagung. 

"El último objeto traído a Corea fue el 'Borok' (보록), un cofre real del periodo Joseon", dijo Jang. "El 'Eobo' (어보), que es el sello ceremonial dentro del Borok, lleva grabados que celebran los logros y pruebas del rey, la reina, el príncipe heredero, la princesa heredera, y de algunos otros personajes. El Eobo se conserva dentro de dos cajas: la caja interior, el Botong, y la caja exterior, el Borok. El Eobo y el Borok se utilizan en actos especiales de la familia real, y tienen un importante valor cultural, ya que muestran la legitimidad, la historia y la habilidad artística del linaje real".
 

Vista superior del Borok tras su regreso a Corea por medio del Proyecto de Protección del Patrimonio Cultural.
Vista superior del Borok tras su regreso a Corea por medio del Proyecto de Protección del Patrimonio Cultural.


Para traer el Borok de vuelta a casa, la Administración del Patrimonio Cultural colaboró con la Fundación del Patrimonio Cultural en el Extranjero. Esta última encontró el cofre: una empresa británica lo había comprado en una subasta. Tras enterarse de que estaba a la venta, gracias a las donaciones de jugadores apasionados, Riot ayudó a traer el cofre de vuelta a Corea.

"Cuando trajimos a Corea los primeros objetos de patrimonio cultural, los jugadores coreanos dejaron unos comentarios tan impactantes que aún los recuerdo, casi una década después", cuenta Karen. "Comentarios como 'Soy un patriota', 'Por eso LoL es tan especial' o 'Riot Games es aún más coreano que las empresas coreanas', no solo provocaron risas, sino que también sirvieron de motivación para el equipo coreano".
 

Un representante de la CHA delante de NAME, el primer objeto devuelto a Corea en 2014 en el marco de este proyecto.
Un representante de la CHA delante de NAME, el primer objeto devuelto a Corea en 2014 en el marco de este proyecto.


Conectar la cultura coreana con un público joven

Aunque recuperar los artefactos físicos es una tarea importante por sí misma, el impacto de traer el patrimonio cultural a casa va más allá del propio objeto. La historia de Corea es muy rica: la cerámica coreana más antigua que se conoce se remonta a 8000 a. C. (contenido en inglés). 

"El patrimonio cultural sirve como símbolo de la historia y la cultura; ofrece una visión del pasado y funciona como medio y recurso cultural que crea nuevos valores para el presente y el futuro", declaró Jang. "El patrimonio cultural tiene sus raíces en la historia, pero mira hacia el futuro. Esto implica que el valor del patrimonio cultural, así como la calidad de la vida cultural, pueden ser influenciados por nuestra dedicación y compromiso para con la preservación del mismo patrimonio cultural. Cuando las generaciones más jóvenes expresan interés por preservar el patrimonio cultural, su compromiso por forjar el futuro se vuelve evidente".

Desde el principio de nuestra colaboración con la CHA, conectar con las generaciones más jóvenes de Corea se convirtió rápidamente en una clara oportunidad con la que Riot podía ayudar. 

"La CHA se percató de que las nuevas generaciones consideran que la historia es aburrida, y son reacias a interesarse por ella", recuerda Karen. "Sentíamos que podíamos ayudar a fomentar que las generaciones más jóvenes se interesaran en la historia, así que buscamos colaborar con la CHA. Aunque al principio no estaban muy seguros de cómo colaborar con una empresa de juegos extranjera, la CHA nos considera ahora una fuerza colaboradora capaz de captar el interés de las nuevas generaciones".

Aunque Riot tiene su sede en Los Ángeles y desarrolla juegos en oficinas en todo el mundo, el equipo de Corea es una de las mayores oficinas de publicación de Riot, comprometida a servir a los jugadores coreanos, y a Corea en general, con todo lo que hacen. 

"Riot Games ha demostrado un patrocinio constante cada año desde el inicio del acuerdo, y su nivel de apoyo es el más sustancial de entre las 60 empresas que han firmado un acuerdo de patrimonio nacional con la CHA", declaró Jang. "Proteger el patrimonio cultural de otros países y fomentar la educación sobre el patrimonio cultural entre los jóvenes son ambos esfuerzos dignos de elogio. Estos esfuerzos son logros destacados en el ámbito de la contribución social por parte de las empresas en Corea".

En los 12 años desde el lanzamiento de League of Legends en Corea, ocho Campeonatos Mundiales han sido ganados por equipos coreanos. El juego ha sido una constante en los legendarios PC Bangs de Corea durante una década, y el equipo en Corea ha crecido de tan solo un puñado de Rioters a un gran equipo que atiende a los jugadores coreanos todos los días. Pero si preguntáramos de qué están más orgullosos en la oficina de Seúl, el Proyecto de Protección del Patrimonio Cultural sería una respuesta muy común. Como ha demostrado Faker, LoL no se irá a ningún lado, y tampoco lo hará este proyecto; seguiremos trabajando para proteger, restaurar e informar sobre el patrimonio coreano.

"Gracias a esta iniciativa, que logró hazañas sin parangón en la recuperación de patrimonio cultural, Riot recibió una mención presidencial", declaró Karen. "Sin embargo, la máxima prioridad es inculcar el orgullo a los jugadores. Buscamos seguir con estos esfuerzos, esperamos superar una donación acumulada de 10 000 millones de wones conforme entramos a la segunda década de este proyecto y más allá".

Recientemente, el Fondo de Impacto Social de Riot Games superó la meta de recaudación al haber conseguido más de 50 millones de dólares, que se han destinado a todo tipo de fines, desde la lucha contra el cambio climático hasta la equidad racial, pasando por esfuerzos médicos. Para saber más sobre los esfuerzos globales de Riot en materia de Impacto Social, visita nuestra página de Impacto Social.